HISTORIAS DEL COMERCIO Y LA INDUSTRIA RIOJANA DE SANTI DE SANTOS

Follow @SantideSantos En el post publicado hace unos años en este blog sobre  FIDEL URBINA DE ALFARO, EL RELOJERO INVENTOR , se hacía referencia a su reloj patentado "Español" que lo inventó junto con Ambrosio Palacios .  Hoy, podemos saber algo más, gracias a que no pasó desapercibido para una de las mejores publicaciones españolas de ciencia e invenciones que fue  la revista "El Mundo Científico" que disponía de pequeñas ilustraciones y portada en color, desde finales del siglo XIX.

Los relojes de torre pierden su razón de ser. Los horarios siempre han tenido gran importancia para regular la vida oficial, la militar, la litúrgica, pero sobre todo la laboral. Con  la revolución industrial  el horario de trabajo se adaptó progresivamente, y a partir del año 1919 con la jornada de  de ocho horas, se necesitó una mayor precisión que la proporcionada por los toques de campana de los relojes de torre que anuncian las horas y los cuartos.  Ahora, los minutos también cuentan, y para mucho obreros y empresarios, el reloj de referencia dejó de ser el de la iglesia o el ayuntamiento, para convertirse como el principal el de la fábrica.  Pero, en el mundo rural, y en la tareas agrícolas de los pueblos, se continuará durante mucho tiempo yendo a comer cuando sonaba la campana, y las jornadas de trabajo permanecerán de sol a sol o las condicionadas por la meteorología del momento.   Hoy, los relojes de torre, han perdido importancia incluso como referente horario, y

La historia de la relojería en España nos relata que hasta 1850 la mayoría de los maestros relojeros que regentaban este tipo de negocios en Madrid, Barcelona... eran de origen extranjero,principalmente suizos, franceses y alemanes, países donde existían talleres-escuelas. Así, que se puede especular que los Bergeron Pallarés, probablemente fueran descendientes de alguno de estos pioneros franceses o suizos que se instalaron en nuestro país. LUCAS BERGERON En 1872 falleció en Logroño  Manuel Bergeron , y tras un intento de conservar el negocio de relojería, su viuda Francisca Pérez , contrata a un relojero de Madrid. Poco años después se asocia con su cuñado Lucas, pero esta sociedad se rompe muy pronto y Lucas Bergeron se instalará por su cuenta en un local de la calle Mercado, 98. Posteriormente, en 1884, abre tienda en la calle Sagasta, 1 frente al café Suizo, donde también vivirá en uno de los pisos superiores y morirá en 1894 a los 51 años de edad.  Lucas Bergerón fue un

Sus dotes sobrepasan a los de un relojero corriente, y es además, mecánico, electricista, comisionista, e interviene tanto en la modernización de una panadería, como en la de un molino o la traída de aguas,  pero de su vida, hoy poco conocida, sorprende su faceta de inventor: